
LA HISTORIA DEL COYOTE
COFFEE
IMPORT
COYOTE COFFEE IMPORT
No arrancamos en una oficina, arrancamos en la ruta.
Un termo, un mapa viejo y la certeza de que el buen café no se encuentra en una vidriera… se encuentra perdido en algún camino de tierra, esperando a alguien con olfato para hallarlo.
Fueron años cruzando fronteras con la paciencia de quien sabe que el tiempo cambia el sabor de un grano. Aprendimos que el buen café no tiene apuro — pero el mal precio sí — y por eso nuestra travesía siempre tuvo un destino: pagar justo, llevar lejos y servir honesto.
Hoy seguimos siendo lo mismo: coyotes. Bichos de ruta, amigos de la noche y enemigos de la prisa. No hacemos turismo de café, hacemos contrabando noble.
Y si algún día nos preguntan hasta cuándo vamos a seguir en esto, la respuesta es simple: hasta que se acabe el café… o el mundo, lo que pase primero.